El mal de la vaca loca se resuelve en el diván

“Pueden hacer un grupo terapéutico, así les sale más barato”, les recomendó el psicólogo social Alfredo Moffat al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y al presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi. Si la paz no llegó con la ronda de negociaciones, tal vez, se necesite una ronda de terapia, como en el ex programa Vulnerables. Fernández y Buzzi se convirtieron en carne de diván por sus propias bocas. ¿Lapsus, fallido o convicción?

Como sea, Alberto Fernández declaró que el acuerdo sobre las retenciones se cayó porque, según él, los dirigentes agrarios “se volvieron locos”. ¿Están crazies los gauchos? Buzzi pareció asumir el tornillo caído, pero devolver con un contragolpe psi: “Nosotros somos locos, pero ellos van a necesitar un psicólogo para resolver la culpa”.

El cruce de divanes continuó. Fernández contestó que a él no lo acuesta nadie, aunque asomó un rasgo de autorreflexión: “Tal vez entraría un ratito a una terapia. Pero, por lo menos, no miento ni nadie me corre por izquierda”.“No sabia que eran psicólogos”, se ríe Moffat, autor del libro Terapia de crisis: la emergencia psicológica.

El título da pie a la pregunta: ¿estamos ante una emergencia económica, política o psíquica? “Es muy común que entre locos cada uno acuse al otro de locura”, enmarca Moffat, en un diagnóstico de país loquero.

Fuente:Crítica