jueves, 3 de mayo de 2007

Todos quieren conducir La Matanza

Su nombre asombraría a cualquier extranjero por sus resonancias algo cruentas. Pero en la política argentina, cuando se escucha hablar de La Matanza, se piensa rápido en su influencia electoral.

Un municipio con más de dos millones de habitantes y con un padrón que ronda los 800 mil votantes es determinante para el resultado general.

La paradoja de ese distrito, en el que cualquier candidato sueña con hacer pie para luego tener chances en una elección presidencial, es que su importancia política no se traduce en una mejora de los indicadores sociales. Tampoco de los recursos presupuestarios.


La Matanza tiene sólo tres hospitales para tres millones de habitantes, la ciudad de Buenos Aires cuenta con 33 hospitales para casi la misma población. El presupuesto matancero, sumándole la coparticipación federal más la inversión nacional y provincial, alcanza los 1300 millones de pesos. Tierra del Fuego, para sólo 140 mil habitantes, dispone de dos mil millones.


Su peso electoral explica por qué proliferan los candidatos en la tierra que supo encumbrar al ex presidente de la Cámara de Diputados Alberto Pierri y a quien hoy ocupa ese mismo cargo, el ex intendente Alberto Balestrini, y que también hizo la diferencia para que Néstor Kirchner llegara a la segunda vuelta en abril de 2003.

Si bien no hay encuestas oficiales, en los últimos días, se pudo saber que la brecha entre el intendente Espinosa y Luis DÉlia, es cada día más estrecha, mientras que se diluyen las aspiraciones de Ledesma, Samid y Ceballos

Fuente: Página 12 y propia.

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