Se reconocían unos a otros como un ejército en reagrupamiento después del áspero combate. Medio centenar de intendentes llenaron la Gobernación para la jura del ministro de Desarrollo Social, Baldomero Alvarez de Oliveira, como garantía del acuerdo con Daniel Scioli para mantener la gobernabilidad e intentar un lento proceso que devuelva crédito al gobernador y reinstale el carácter de árbitros a los jefes comunales del Gran Buenos Aires en los comicios 2011.
Los ministros nacionales de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, de Justicia, Julio Alak, y de Educación, Alberto Sileoni, arrimaron saludos. Más efusivo estuvo el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, quien también se acercó hasta La Plata.Alvarez reemplaza a Daniel Arroyo, un técnico que estuvo cuatro años en el ministerio de Desarrollo Social de la Nación y los últimos 22 meses en Provincia. Para el nuevo cargo, el flamante funcionario pidió licencia en la municipalidad de Avellaneda.Es uno de los históricos barones del peronismo del Conurbano, involucrado en el concepto de "vieja política" que Néstor Kirchner atribuyó a los alcaldes del PJ que obtuvieron más votos en las listas locales, en perceptible desprendimiento de la nómina de diputados encabezadas por el ex presidente.
La estrategia es concurrente: Scioli necesita autonomía de movimientos con el kirchnerismo. Para ello busca un respaldo que, por ahora, sólo pueden ofrecer los intendentes. A cambio, los alcaldes ocupan espacios institucionales; eso representa logística. Además de Desarrollo Social, ocuparían segundas líneas en el Instituto de Previsión Social y en Obras Públicas.
Los reacomodamientos se anunciarían con la salida definitiva del interventor en Lotería, Luis Peluso una vez concluida, en un par de semanas, la normalización anunciada hace unos días y, eventualmente, del secretario de Deportes, Marcelo Garrafo. Ayer, también asumió Ignacio Crotto en Turismo, pero el caldo se cocinaba con Alvarez.
Fuente:Clarìn
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