Así lo reveló un informe del Centro Latinoamericano Salud y Mujer, que que además indicó que el 62% de las mujeres argentinas se inician sexualmente en la adolescencia y que uno de cada cinco embarazos prematuros ocurre en el primer mes de iniciadas las relaciones sexuales.
De acuerdo a las estadísticas el 11% de los jóvenes se inicia antes de los 15 años y el 51% entre los 16 y 19, mientras que el 80% de los adolescentes no utiliza un método anticonceptivo la primera vez.
Una de las consecuencias es que uno de cada cinco embarazos adolescentes ocurre en el primer mes de iniciadas las relaciones sexuales y uno de cada dos en los primeros 6 meses.
En la investigación realizada por el Centro de Salud, los adolescentes resaltaron que, aún conociendo los métodos anticonceptivos, no los usan por sus prejuicios y concepción de los roles que deben ejercer tanto mujeres como varones.
Para las jóvenes, utilizar pastillas anticonceptivas, es mostrarse como una chica rápida y dispuesta a tener sexo. Según ellas, es el varón quien debe cuidarse, conocer cómo colocarse el preservativo y comprarlos. Cuando su compañero no tiene preservativos a mano, ellas no exigen su uso por temor a ser rechazadas y tildadas de chicas con mucha experiencia sexual.
Según Andrea Gómez, psicóloga de CELSAM especializada en sexualidad, “los roles que define la sociedad sobre como deben ser y qué se espera de una mujer y un varón, persisten y atentan contra el derecho y la autonomía de las chicas y varones”.
“No es suficiente con conocer los métodos sino que es necesario ampliar y difundir una perspectiva de género equitativa e igualitaria, en cuanto a los derechos sexuales y reproductivos de mujeres y varones” sostuvo la especialista.
De acuerdo a CELSAM el verano es una estación que propicia la primera experiencia sexual especialmente para los más jóvenes que disfrutan desde la mitad de diciembre del cese escolar. Ante esta situación aconseja marcar pautas y estrategias para que sus hijos adolescentes disfruten el verano sin cometer excesos que los pongan en riesgo.
Además, recomiendan que la clave es estar presentes y atentos y saber dónde y con quiénes van a salir, llevarlos hasta el lugar, ver en qué condiciones llegan los chicos y chicas de un baile o una fiesta, irlos a buscar o abrirles la puerta, ayudan a detectar el uso de alcohol y otras sustancias.
Fuente:NCO
De acuerdo a las estadísticas el 11% de los jóvenes se inicia antes de los 15 años y el 51% entre los 16 y 19, mientras que el 80% de los adolescentes no utiliza un método anticonceptivo la primera vez.
Una de las consecuencias es que uno de cada cinco embarazos adolescentes ocurre en el primer mes de iniciadas las relaciones sexuales y uno de cada dos en los primeros 6 meses.
En la investigación realizada por el Centro de Salud, los adolescentes resaltaron que, aún conociendo los métodos anticonceptivos, no los usan por sus prejuicios y concepción de los roles que deben ejercer tanto mujeres como varones.
Para las jóvenes, utilizar pastillas anticonceptivas, es mostrarse como una chica rápida y dispuesta a tener sexo. Según ellas, es el varón quien debe cuidarse, conocer cómo colocarse el preservativo y comprarlos. Cuando su compañero no tiene preservativos a mano, ellas no exigen su uso por temor a ser rechazadas y tildadas de chicas con mucha experiencia sexual.
Según Andrea Gómez, psicóloga de CELSAM especializada en sexualidad, “los roles que define la sociedad sobre como deben ser y qué se espera de una mujer y un varón, persisten y atentan contra el derecho y la autonomía de las chicas y varones”.
“No es suficiente con conocer los métodos sino que es necesario ampliar y difundir una perspectiva de género equitativa e igualitaria, en cuanto a los derechos sexuales y reproductivos de mujeres y varones” sostuvo la especialista.
De acuerdo a CELSAM el verano es una estación que propicia la primera experiencia sexual especialmente para los más jóvenes que disfrutan desde la mitad de diciembre del cese escolar. Ante esta situación aconseja marcar pautas y estrategias para que sus hijos adolescentes disfruten el verano sin cometer excesos que los pongan en riesgo.
Además, recomiendan que la clave es estar presentes y atentos y saber dónde y con quiénes van a salir, llevarlos hasta el lugar, ver en qué condiciones llegan los chicos y chicas de un baile o una fiesta, irlos a buscar o abrirles la puerta, ayudan a detectar el uso de alcohol y otras sustancias.
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