viernes, 29 de mayo de 2009

La procesión de Néstor pasó por Tigre

Néstor Kirchner lo llamó a Chávez, lo abrazó y posaron juntos para la foto. No hablaron de Techint. Néstor no quiso. Pasó en Tigre, la localidad del conurbano bonaerense en la que el ex presidente caminó ayer más de treinta cuadras, durante cuatro horas y media. Chávez no es Hugo, es Walter, un operario de un frigorífico local, absolutamente parecido al presidente de Venezuela. Idéntico. “Vení, Chávez, vení, sacate una foto conmigo”, lo llamó Kirchner en medio de su maratón proselitista por las calles del barrio Las Tunas. Chávez se acercó, alucinado: “Nooo, nooo, cómo voy a pedirle por Techint”, se rio el santacruceño ante el pedido de un par de curiosos.Fue sólo un momento de una caminata larguísima en la que Kirchner dejó de ser Kirchner: se sacó fotos con bebés, se rio con cada chiste que le hacían los vecinos, entró en las casas, tomó mate, levantó banderas de Racing, de Tigre y se burló de sí mismo: “¡Qué te pasa, Clarín!”, gritó varias veces, divertido, respondiendo así al mismo grito que le lanzaban los vecinos, fans de “Gran Cuñado”, donde el personaje del santacruceño se enoja con el multimedios a cada rato.A su lado, feliz, caminó el jefe de Gabinete, Sergio Massa, líder territorial del peronismo de Tigre, organizador de la caminata. Lo acompañaba su esposa, Malena Galmarini, primera candidata a concejal distrital por el PJ. Ni el santacruceño ni su jefe de Gabinete quisieron opinar sobre sus candidaturas eventuales-testimoniales: “Tenemos que seguir trabajando”.Más que una caminata, el “acto” de ayer fue una especie de largo pogo alrededor de Kirchner y de Massa que se extendió por más de treinta cuadras, a ritmo promedio de avance de una hora por cada cien metros. Todo había empezado en un frigorífico de la zona, propiedad del empresario Rodolfo Constantini, hermano de Eduardo. Kirchner lo recorrió con Massa, vestidos con delantales blancos y boinas verdes. A la salida, Kirchner saludó a los operarios que le gritaban chistes relativos a su fanatismo por Racing, e incluso alguna ironía respecto a cómo lo abondonó el vicepresidente, Julio Cobos. Después empezó la caminata real, por el medio de las calles del barrio Las Tunas, una zona donde Massa tiene buena imagen desde que su intendencia hizo llegar al lugar agua potable y algo de asfalto: saludaba a cada vecino como si lo conociera de toda la vida

Fuente:Critica Digital

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