jueves, 5 de marzo de 2009

Cuando la gordura se confunde con hinchazón

La firma del acuerdo entre el Gobierno y las entidades rurales desnudó los conflictos internos y hasta los diferentes intereses políticos que se mueven detrás de escena. Ayer, una serie de episodios, casi en tono de comedia, exhibieron el enfrentamiento entre dirigentes de la hasta ahora unida Mesa de Enlace. A las expresiones de rechazo del titular de la Federación Agraria de Entre Ríos, Alfredo De Angeli, al acuerdo alcanzado con el Gobierno (“Si yo hubiera estado allí, no habría firmado”), Eduardo Buzzi, titular de la FAA nacional, respondió sin filtros ni eufemismos: “A mí me tienen medio hinchado las pelotas estas bravuconadas de los tipos que exigen desde las rutas”. No fue un descuido: la actitud de Buzzi responde al interés de tomar distancia del dirigente entrerriano que no sólo rifó parte de su prestigio residual con la toma de un banco en Entre Ríos, sino que últimamente se ha mostrado cada vez más cerca del espacio político que ocupa y promueve una entidad ultraconservadora como Carbap, de estrecha relación con el ex gobernador Eduardo Duhalde.
Las relaciones internas en la Mesa de Enlace vienen heridas desde la revelación, por este diario, de las negociaciones secretas que mantuvo el titular de Sociedad Rural, Hugo Biolcati, con el gobierno nacional. Ayer, el segundo de De Angeli, Juan Echeverría, se encargó de recordarlo. Biolcati, dijo, “negoció a espaldas de los productores y a espaldas del pueblo la solución al problema lechero, que se resolvió exclusivamente en beneficio de un productor de 160 mil hectáreas, como él, seguramente en acuerdo con Milkaut, con el cual está asociado”. “Liberando la exportación de leche solucionó su propio problema y no el problema del conjunto de los productores”, agregó, antes de definir al aludido dirigente como “el clásico oligarca de la Sociedad Rural Argentina”.

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