Despedida y agradecimiento

Incapaz de recorrer otro camino que no sea el de la militancia por una educación nacional, popular y democrática, y convocada por la entrañable Doctora Adriana Puiggrós, accedí al cargo de Directora Provincial de Política Socio-Educativa para encarar la difícil tarea de hacer que la política socio-educativa sea una realidad concreta en las escuelas, y que la inclusión educativa se cristalice en un derecho.

En la cotidianeidad de cada escuela de la provincia, cientos de dificultades que, aún ajenas a lo pedagógico, entorpecen la tarea del aula y la transversalizan, han sido tomadas por esta Dirección desde una firme voluntad de llegar a una solución del problema con la activa participación de los actores principales, los verdaderos protagonistas de la comunidad educativa. La diferencia en esta construcción consistió en la articulación del trabajo del nivel central con el de cada territorio. Todo esto en la convicción de que toda la comunidad educativa debe ser artífice del cambio, acompañando a una gestión de gobierno que ha tenido como meta dejar a un costado del camino las prácticas neo-liberales que ponen la lógica de la política en instancias abstractas para el imaginario colectivo.

No resultó fácil, pero las fuertes convicciones, esas que cargamos en la mochila del idealismo, siempre encuentran compañeros de ruta, y en este caso quienes me acompañaron desde el nivel central: Luis Romanisio, desde la Dirección de Consejos Escolares; Mary Cassino, desde la Dirección de Coordinación de Programas; Beatriz Mansur, desde la Dirección de Cooperación Escolar, como quienes desde los Consejos Escolares, Federaciones y Cooperadoras, Referentes Territoriales, Inspectores Areales, Jefes Distritales y Regionales, docentes, auxiliares, padres y pibes creyeron en la construcción colectiva que deja de ser patrimonio de pocos para convertirse en un bien irrenunciable, defendido, practicado y consolidado por el conjunto social.

Nada hubiera sido igual de no ser por esa intelectual del campo popular de América Latina, la Doctora Adriana Puiggrós, que desde su coherencia ideológica al no haber renunciado nunca, ni desde la teoría ni desde la práctica a enfrentarse al neo-liberalismo, me honró con un lugar en su gabinete y sostuvo nuestro trabajo empecinado por esta política educativa.

Mi más sincero agradecimiento a quienes han formado parte de esta tarea cotidiana, y un saludo fraternal a toda la comunidad educativa bonaerense.

Mary Sánchez
DIRECTORA PROVINCIAL DE POLÍTICA SOCIO-EDUCATIVA