miércoles, 2 de enero de 2008

Las vacaciones son un momento crítico para la alimentación sana

El calor, la playa o las sierras, vivir en un hotel, estar fuera de la rutina, darse permiso para el placer... Todo eso representan las vacaciones, pero ese relax es también un atentado contra la alimentación saludable. Coinciden los nutricionistas: las vacaciones son un momento crítico no sólo para seguir adelante con una dieta sino también para no volver a casa con más kilos que cuando nos fuimos.
"No aumentar de peso ya sería un buen logro", reconoce Marcela Ciaño, jefa del servicio de alimentación de la Clínica Suizo Argentina. Y amplía: "Las vacaciones son un momento crítico, ya que a los horarios distintos de comidas se agrega una mayor tendencia a elegir alimentos ricos en hidratos de carbono y grasas. Sentimos que en esos días todo está permitido".Facturas en el desayuno, choclo con manteca a media mañana, una hamburguesa como almuerzo en el parador, churros para la merienda, pan con manteca en el restaurante mientras esperamos los ravioles, y el día termina con un cucurucho bañado. Un combo fatal.
"El cambio brusco de hábitos y las reuniones sociales hacen muy difícil retomar los ritmos saludables. Se produce un aumento de la ingesta por el picoteo fuera de hora y la densidad calórica de las comidas. Y se pierde calidad en los alimentos por su mayor costo en los centros de descanso.
Es común ver a los pacientes mucho tiempo después con trastornos asociados a los excesos vacacionales", advierte César Casávola, jefe de nutrición del Hospital Alemán.

Fuente: Clarin

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