POLEMICO CASO EN MENDOZA:La Dirección General de Escuelas investiga los alcances de un posible escarmiento que una docente habría aplicado a dos chicos para contener sus travesuras. Ocurrió en una sala de 5 años, en el departamento Santa Rosa, a 70 kilóme tros de la capital mendocina.
Según una de las madres, la maestra del jardín, Laura Pressiani, ató su hija con cinta adhesiva al respaldo de una silla y le colocó una mordaza en la boca porque "decía malas palabras". Otra mujer denunció que su hijo fue amarrado a un picaporte.Patricia Sánchez, la mamá de la nena, sostuvo que al principio la maestra negó que (foto de la mamá de uno de los chicos)hubiese atado a su hij pero que después lo aceptó como parte de un juego que "fue malinterpretado".
Alicia Robles, la madre del varoncito, dijo que el primer caso ocurrió el 30 de abril y el de su hijo unos días después. Una tercera madre, Rita Galeazzi, confirmó lo que dicen los chicos. "Muchos papás deben andar con miedo y no dicen nada porque esta es la única escuela de la zona", apuntó.La escuela es la 1-168 Ventura Segura, de la localidad La Dormida.
La sala de 5 tiene 24 alumnos y la maestra cuestionada lleva 9 años enseñando. Un inspector de nivel inicial reveló que la maestra presentó la renuncia, pero no le fue aceptada porque primero tiene que hacer sus descargos ante la Junta de Disciplina, que ahora investiga.La maestra hizo notar que el método de amarrar a los chicos en clase fue utilizado como una forma de las "actividades psicomotrices", afirmación que fue avalada por la directora del colegio, Mirtha Fernández de Panza.
Esta funcionaria sostuvo que esa actividad "figura en la planificación" escolar y que Laura Pressiani tuvo siempre "un trabajo ejemplar, nunca tuvimos una queja". Sin embargo, para la inspectora regional, Raquel Cortez, "no hay ninguna actividad que contemple atar a los niños, porque por más que sea un juego, un chico de 5 años se puede asustar mucho".
Fuente:Clarín
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