“Quedamos aislados y nadie vino a arreglar nada”, expresó Norma, vecina del Don Manuel.“Las calles están muy rotas, el 242 dejó de pasar, hay basurales, las calles se inundan porque no hay zanjeo, la inseguridad es increíble y tenemos que caminar cuadras y cuadras para tomar un colectivo”, enumeró la afectada, y pronosticó: “Esto se va a tener que resolver por la fuerza”.En los últimos días de lluvia, el agua entró a las casas y causó destrozos. Los remises y ambulancias no entran al barrio.
La línea 242, que pasaba por allí, ya no transita ese camino por el mal estado de las calles. “Estamos viviendo un momento muy difícil”, manifestó la vecina. Además, los chicos de la escuela Nº 93 no pueden asistir a clases y los mayores tampoco llegan a sus lugares de trabajo. En casos de urgencia, la situación se vuelve más complicada.Por su parte, “la Municipalidad aceptó que le corresponde solucionar el problema, pero nadie se acercó y nosotros no tenemos por qué pelearnos con los vecinos por explicarles la legislación municipal”, denunció Marta.
Ante esta situación y la falta de respuestas de las autoridades, tanto municipales como de la línea de transportes, los vecinos “pensamos en cortar en un futuro porque no va a haber solución más que la fuerza”. Durante marzo último, y bajo la misma protesta, el barrio ya realizó cortes en la avenida principal, Carlos Casares, a la altura de la Escuela Nº 14.
Fuente: periodicouno
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