domingo, 1 de abril de 2007

Para bajar la deserción universitaria, detectan problemas en la secundaria

Un estudio realizado por Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) entre 750 alumnos secundarios bonaerenses buscó evaluar las características psicopedagógicas de los futuros ingresantes universitarios para implementar estrategias que puedan ayudarlos a no fracasar en sus carreras.

"No es un trabajo sociológico —aclara Javier Nicoletti, director de Pedagogía Universitaria de la UNLaM— ni tiene una finalidad descriptiva. Al hallar sus dificultades para estudiar, podemos ofrecer técnicas que los ayuden a superarlas". Estas políticas les permite, dicen, tener el índice de deserción más bajo (20%) y el de retención más elevado (85%) de las universidades del país.

La investigación también buscó acercarse al pensamiento de los alumnos sobre su escuela secundaria en los tres cordones del conurbano, y también a sus dificultades a la hora de estudiar o de rendir un examen.

Encuestaron a 750 alumnos ingresantes. Eligieron separar la muestra en los tres cordones que atraviesan el gigantesco partido de La Matanza. En el Primer cordón se encuentran localidades como San Justo, Ramos Mejía, Tapiales, Aldo Bonzi. En el Segundo, otras como La Tablada, Ciudad Evita, Laferrere y Rafael Castillo. En el Tercero, González Catán, 20 de junio y Virrey del Pino. Todos ellos aportan alumnos a la UNLaM.

Entonces, volvamos a la primera gran pregunta: ¿Para qué sirve la secundaria? A simple vista, en los tres cordones los chicos encuentran que consiguen una mejor formación personal. Pero les resulta de más utilidad a los del Tercer cordón: a un 14%, para conseguir un empleo. Y apenas un 1% de este cordón dice que no le sirve para nada. A los del Primero, en cambio, a sólo un 1% le sirve para conseguir empleo, y un 6% dice que no sirve para nada. De qué clase de empleo hablan es harina de otro costal. "En el tercer cordón la escuela aún ocupa un pequeño espacio de progresión social", aporta Javier Nicoletti, director de Pedagogía Universitaria de la UNLaM.

También son notables las diferencias en cuanto a las dificultades a la hora de dar un examen. A más profundo el conurbano, mayores problemas para expresarse en forma escrita y evaluar las consignas: de un 28% en el Primero a un 45% en el Segundo. A la inversa, los que temen los exámenes caen de un 40% en el Primero al 5% en el Segundo.

El mismo patrón se repite al consultarlos sobre sus dificultades al momento de estudiar. En el Primero, la mitad tiene problemas para organizar su tiempo. En el Tercero, apenas un 5%. ¿Comprensión lectora? "Sólo" el 20% de los alumnos del Primer cordón, pero la mitad del Segundo y Tercer cordón. En el primero, el 20% tiene problemas para memorizar, y esto sube al 40% en el tercero. "Poco importa a los chicos del tercer cordón enfrentar un examen, esa tensión, porque en realidad carecen de metodologías de escritura, de herramientas de expresión, de comprensión lectora. En este cordón el alumno percibe que le cuesta comprender las consignas de los exámenes, lo cual es verdad".

Pero a la hora de evaluar a sus escuelas, lo que tiene relación con el imaginario de sus establecimientos y de la calidad educativa que reciben, hay una mayor homogeneización. Más de la mitad de los alumnos del segundo cordón considera que la preparación es insuficiente, más de la mitad de los del tercer cordón la califican regular. Apenas un 16% de los chicos del primer y segundo cordón dicen que es acorde al nivel universitario, y en el tercero este indicador cae al 7%.

Fuente: diario Clarin

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