Pese al aumento que el gobernador Jorge Sobisch decidió otorgarles por decreto, los docentes neuquinos redoblaron ayer la apuesta y volvieron a pedir su renuncia durante una marcha por la ciudad. "No negociamos con los asesinos de nuestro compañero Fuentealba", dijo el secretario general de los docentes, Marcelo Guagliardo.
La marcha reunió a unas 12 mil personas, con el apoyo de otros gremios y organizaciones políticas y sociales. Fue importante, pero no tanto como la realizada una semana atrás en repudio del homicidio de Fuentealba, muerto durante la represión policial a un piquete en la ruta por este mismo conflicto. "Esto es todo lo que pueden reunir los sindicatos opositores", dijo una fuente gubernamental sobre la marcha de ayer.
Para el Gobierno de Sobisch, el conflicto docente tiene tinte político. Y los vinculan con el partido opositor Unión por los Neuquinos, que debutó en la elección de constituyentes de 2006 con buena performance.
Sobisch accedió a elevar el salario mensual de un maestro inicial a $ 1.240. Pero los docentes se quejan de que lo haya hecho por decreto y dicen que la propuesta "no es una respuesta integral a nuestros problemas".
En la marcha, todos pidieron la cabeza de Sobisch. Muy alejadas de ello parecen las intenciones del mandatario. Pero hoy no hay diálogo y el Gobierno no sabe a quién poner en ese rol. Al superministro designado por Sobisch, Jorge Lara, lo repudian los docentes y está internado con una neumonía. Para colmo, ayer le hicieron un escrache.
Los docentes debatirán hoy el aumento salarial. Todo indica que lo rechazarán. El tema es cómo mantener la huelga sin flaquear y sin ponerse en contra al resto de la sociedad local. Ayer, por caso, hubo una protesta de padres y alumnos pidiendo que vuelvas las clases. Mientras, los docentes cantaban: "Se va a acabar el Movimiento Popular". El MPN gobierna hace 45 años.
Fuente: Clarín
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