Las dos marchas que conmemoraron este sábado el golpe del 24 de marzo de 1976 coincidieron en reclamar la aparición con vida del testigo Julio López y en exigir la agilización de los procesos contra represores y el traslado a cárceles comunes de los condenados por crímenes de lesa humanidad.
Las organizaciones llegaron divididas a la conmemoración del golpe tras las diferencias surgidas el año pasado -30 aniversario del asalto al poder- en torno a la relación con el Gobierno que deben mantener las organizaciones. Así, entidades como Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo (línea fundadora) o el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) se concentraron en Avenida de Mayo y 9 de Julio cerca de las 15 y marcharon a Plaza de Mayo, mientras que el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, llegó después de las 18, desde Plaza Congreso.
Cerca de las 16, una gruesa columna encabezada por el grupo de percusión La Chilinga, entró a la plaza histórica portando una larguísima bandera argentina con los rostros de algunos de los 30 mil desaparecidos por el poder militar.
Sin demora, las madres leyeron un documento de cuatro carillas que clamó por "los que llevan treinta años ausentes, por todos los que la policía mató en democracia con su gatillo fácil, por todas las veces que se volvió a usar la picana en una comisaría y por Julio López". La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, acompañó al presidente Néstor Kirchner en la conmemoración oficial en Córdoba y regresó para participar del acto de las organizaciones más afines al Gobierno.
Carlotto explicó, en un aparte con los periodistas, que "hace años hacemos esta marcha pero poner de acuerdo a 300 organizaciones es una tarea compleja" y diferenció que "la gota que colmó el vaso fue lo que pasó el último año en donde se hizo un acto de oposición". El documento dirigió sus reclamos al "Estado" y exigió que "no haya ningún desaparecido más"; "cárcel común, perpetua y efectiva para los genocidas" y "no pagar una deuda externa ilegítima y fraudulenta", entre otros muchos pedidos al poder político.
El acto fue acompañado por miles de personas -cincuenta mil, estimó la organización- que se extendieron por la Plaza y a lo largo de unas cuatros cuadras sobre Avenida de Mayo.
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