
Pero los planteos de sus propios diputados empujaron a Agustín Rossi a recoger las preocupaciones y a empezar a esbozar un borrador de “proyecto alternativo” que llevará a la Casa Rosada. De allí saldría la propuesta detrás de la cual el oficialismo tratará de disciplinar a los propios y buscar apoyo de los aliados.
“Vamos a escuchar a todos y no existen condicionamientos para nadie”, había dicho Rossi para mostrar que el debate sería abierto y que el proyecto no se aprobaría a “libro cerrado”. Por entonces, el kirchnerismo sólo reconocía que tendría “algunas deserciones” pero se mostraba confiado en contar con las manos suficientes para avanzar con el proyecto del Gobierno.
Ahora, tras sucesivas rondas de conversaciones, dentro del bloque K admiten que la sensación que transmiten parte de sus legisladores es que con el paquete de proyectos “compensadores” no alcanza para terminar con el conflicto. Así, comenzaron a aparecer propuestas para retocar la resolución 125.
Fuente:Página 12
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